Un estudio encuentra hasta 232 químicos tóxicos en la sangre de recién nacidos

Preocupantes noticias para las madres ha aparecido en la columna Ask an organic mom: el Environmental Working Group ha realizado pruebas a la sangre del cordón umbilical -la sangre que queda en la placenta y el cordón umbilical después del nacimiento- de diez recién nacidos, en busca de sustancias como el Bisfenol A, un sospechoso habitual, y el perclorato, un componente de combustible de cohetes. Resultados: el Bisfenol A se encontró en nueve de cada diez muestras.
También se detectaron rastros de Tetrabromobisfenol A, un producto químico tóxico que impregna las placas de circuitos informáticos; fragancias sintéticas como Galaxolide y Tonalido; y cosméticos y detergentes comunes, al igual que ácido perfluoro-butano. En total, 232 productos químicos se detectaron en la sangre del cordón umbilical de estos diez bebés.
Según Anila Jacob, coautora de la investigación, ésta evidencia que cada uno de estos bebés está expuesto a por lo menos cien -si no 200- productos químicos cada uno. ¿Qué pueden hacer los padres? Pues bien, hay ciertas medidas al alcance de sus manos pero, desgraciadamente, gran parte del trabajo reside en la responsabilidad de las autoridades de seguridad alimentaria, quienes tienen jurisdicción sobre los productos que se venden al consumidor y sus componentes.
Para disminuir la exposición de sus bebés a estos químicos, los padres pueden disminuir el uso de alimentos enlatados, evitar el uso de plástico en el microondas y utilizar un biberón libre de Bisfenol A, entre otras medidas. Jacob subraya que si está alimentando al bebé con una fórmula, se recomienda usar la versión en polvo antes que la leche de fórmula líquida enlatada.

Sin embargo, como Alexandra Zissu de Ask an organic mom, dice:
El destino de nuestra exposición real se encuentra en nuestros políticos. Algunos de los peores químicos no estarían en tu casa si cambiases tus productos de limpieza convencionales por otros más respetuosos con el medio ambiente, pero eso no significa que no estén en la casa de tus vecinos, o en su jardín, o que hayan sido usados en tu casa por sus anteriores propietarios o utilizados en la tierra junto a tu granja orgánica.

Fuente: Ecología Blog