En el estudio realizado, 80 mujeres que padecían la enfermedad estuvieron tomando 105 gramos semanales de vino tinto durante cuatro semanas, el 50% de las pacientes mejoraron significativamente. La tesis es otro ejemplo más a añadir a la larga lista de efectos beneficiosos del vino, como ejemplos podemos recordar que el consumo de vino reduce las posibilidades de sufrir algún tipo de demencia o que puede reducir el riesgo de sufrir un cáncer de pulmón.
Recordemos además que algunas sustancias presentes en el vino tinto, como puede ser el resveratrol o los polifenoles, presentan propiedades anticancerígenas, propiedades preventivas contra distintas enfermedades del corazón y algunos estudios incluso sugieren una ampliación de la esperanza de vida si se bebe vino de forma habitual y con moderación.
Fuente: Gastronomía y Cía
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