martes, enero 17, 2012

II Jornada de Convivencia de los Burgos

30 de Octubre del año 2011 en Alcaudete (Jaén)

Transcurrió mejor de lo previsto. Esta vez las caras ya nos resultaban más conocidas, aunque en ocasiones hubo que pedir el nombre.
Con sólo 15 minutos de retraso comenzó a las 10,30 el Acto de Recepción y la intervención de los Ponentes en el Salón de Actos de la Biblioteca “Miguel Burgos Manella”.
A las 10.30 ya estábamos en la tribuna los tres Ponentes: D. José Antonio Ruíz, Responsable de la Biblioteca, D. Antonio Recuerda Burgos y D. Antonio Rodríguez Burgos.
A continuación D. Antonio Rodríguez Burgos desarrolló su ponencia: “La vida surge en Alcaudete”.
Después tomó la palabra el segundo Ponente, D. Antonio Recuerda Burgos y desarrolló el tema: “La muerte ronda Porcuna”.
Por último, el responsable de la Biblioteca, D. José Antonio Ruiz, leyó la Ponencia que había redactado el historiador alcaudeteño, y también de nuestra familia, D. Enrique López Ríos, ausente por estar celebrando las Bodas de Plata de su matrimonio: “Alcaudete en el Siglo XVI”
Acto seguido, y allí mismo, se proyecto el reportaje “La Familia, un valor permanente”. Consistió en una serie de reportajes a matrimonios argentinos donde aparecían distintos matrimonios mostrando un amplio abanico de sucesos y experiencias, algunas de ellas trágicas, y cómo habían ido sorteándolas y superándolas gracias a una sólida formación cristiana. En ocasiones, apareció el Papa Benedicto XVI hablando sobre la Familia. También vimos al Fundador del Opus dirigiéndose a un auditorio y refiriéndose a las relaciones matrimoniales.
Cuando terminó el Acto de la Biblioteca nos dirigimos a visitar el Castillo Calatravo de la ciudad, que se levanta en la cima del monte donde se recuesta Alcaudete.
No es cosa de intentar transmitiros las vivencias de la visita al castillo, pero sí contaros que está bien reconstruido: allí vimos las caballerizas, el aljibe, la sala capitular, con su monje-soldado presente, y la Torre del homenaje perfectamente ambientados en la época. Paseamos por las murallas, percibimos el fresco aire serrano, contemplamos el paisaje y había quien afirmaba que si el día estuviera límpido se podría divisar la Torre de Porcuna.
A continuación nos dirigimos a la Iglesia de Santa María que está al pie del Castillo, una de cuyas fachadas es de estilo plateresco. Por dentro, losas blancas y negras. Esbeltas y muy altas columnas, y baptisterio elevado cerrado en semicírculo. D. José Burgos Serrano se revistió y celebró la santa Misa, que por ser domingo acompañó con la homilía.
Cuando salimos al exterior, además de gozar del aire fresco también gozamos de un saludable apetito, que aumentó conforme nos dirigíamos a través del pueblo, en ágil caminata, hacia el restaurante previsto. Al lí pegamos otra vez la hebra con los comensales vecinos, disfrutando de un alegre ambiente familiar. A mitad del almuerzo un llegó de Sevilla hijo de Inmaculada Rodríguez Burgos con su mujer y sus cuatro hijos; la mayor de cinco años y el menor en la cuna. Las tres mayores, correteando y jugando todo el rato, con sus risas y sus voces infantiles dieron una nota más familiar todavía a la reunión.
La familia Burgos se prolonga en el tiempo y en el espacio…

Nota: En la próxima revista Sierra Ahíllos, que saldrá en Semana Santa, dedicaremos varias páginas a este evento.

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